“Todas las personas mayores han comenzado por ser niños" Antoine de Saint-Exupèry



viernes, marzo 30, 2007

El que piensa sufre mas?


Aquellos que piensan mucho, ¿también sufren más?




Un consejo que suele darse ante cuestiones de la vida es el de "no pensar tanto" para evitar sufrir anticipadamente o de más. Pero, ¿es el mayor pensamiento la causa del mayor dolor?


Por Andrea Sambuccetti




Pensamiento y emoción son un par intrínseco, un descubrimiento griego que sirvió de mucho para fines retóricos, dentro del ámbito de la política y que la psicología rescata y estudia, permanentemente. Un caso es la propuesta del padre de la psicoterapia cognitiva, Aaron Beck, quien indicó entre sus premisas principales que las emociones son experimentadas como consecuencia de la forma en la que se interpreta una situación: es decir, más que los hechos en sí mismos, lo que "dispara" a la emoción es la valoración de los sucesos o cómo se los entiende.



Desde este modelo teórico, se piensa ciertas patologías como producto de determinadas cogniciones. Por caso, Beck postuló una "tríada cognitiva" para la depresión, compuesta por una visión negativa de uno mismo, de los demás y del futuro.




También es el pensamiento el que puede colaborar para el cambio.Lo cierto es que el pensamiento mucho tiene que ver en la emoción y la terapia psicológica, cualquiera sea el marco teórico, en general se basa en el poder curativo de la palabra, justamente por esta ligazón existente entre "mente y alma". Desde otro modelo, el psicoanálisis, Esther Any Krieger, psicóloga, coordinadora del Capítulo de Psicoanálisis y Patologías Actuales, perteneciente a la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), señaló que "el pensamiento es una creación propia del humano. El bebé siente hambre y luego aprende que debe llorar para ser oído, al comprobar que la madre ac udió y lo satisfizo tras su llanto. Es allí donde adviene el pensamiento". "El primer alivio al malestar del bebé en su corta vida se nutre en el pensamiento. Es así que pensar calma la necesidad básica humana: el hambre. El sufrimiento se aplaca con el pensamiento.



Esto quiere decir que pensar es una de las curiosidades más intensas de lo humano", explicó. "En nuestra época, padecemos porque todo viene 'ready made', preestablecido. La ciencia trabaja anticipándose a la necesidad. Es así que muchas veces anula la posibilidad de pensar", dijo y agregó que por otra parte, "se padece cuando se entiende lo que sucede y no se lo puede modificar". No pienses, no pienses Para Krieguer, "la posibilidad de generar un pensamiento es la de tener un arma para defenderse de un hecho traumático de la realidad". El problema es que a veces, el pensamiento enferma. "Una cosa es pensar y otra es torturarse por vía del pensamiento, o sea usarlo como una vía patológica o! de auto punición, como sería en el caso del neurótico obsesivo que más que pensar, cavila".




Otra vía patológica dentro de este marco teórico que es el psicoanálisis, es el "privilegiar más el hacer que el pensar, cuando sucede por ejemplo, que frente a presiones de la realidad se va al pasaje al acto, no se piensa, se actúa para conseguir rápido lo que se desea". "Una tercera vía patológica es el fenómeno psicosomático que incursiona en la deflación de lo simbólico (palabra), hay una negativa a pensar y esto no pensado se transforma y va al cuerpo en forma de enfermedad", dijo la psicóloga. Pensar más, entonces, puede ser parte del origen del mayor sufrimiento en la patología.



Pero también puede resultar el mejor aliado para resolver el problema que origina ese mismo dolor.

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